La compañía Louis Vuitton ha demandado a Google en Francia por permitir que otras empresas utilicen marcas registradas propiedad de Louis Vuitton como palabras clave de sus anuncios en el buscador. Se trata de una antigua estrategia que los anunciantes pusieron en práctica inicialmente mediante metatags y que posteriormente se convirtió en una forma establecida de publidad. En muchos países, la explotación de la reputación ajena puede ser considerado un acto de competencia desleal. La novedad de los últimos años es que los titulares de las marcas ya no demandan sólo a los anunciantes, sino también a los buscadores.