Esta es la entrevista que mi hija me ha hecho para la escuela.
La generación del mínimo esfuerzo
“Todo es demasiado fácil”
Según mi padre, parece que los niños de hoy en día lo tienen todo demasiado fácil y eso les puede traer problemas cuando sean mayores. “Siempre decimos que la generación posterior a la nuestra es peor que la actual. Es probable que nos equivoquemos de nuevo, pero si tu educación se basa en la saturación de información y en tenerlo todo a tu alcance, a la larga rechazarás todo lo que implique sacrificio e investigación”, dice.
Y añade: “Es como cuando alimentamos un animal en cautividad y después lo dejamos en el bosque sin haberle enseñado a buscar comida”.
“Internet nos da conocimiento fácil, directamente a nuestro ordenador sin haberlo trabajado ni digerido”.
“Tendríamos que hacer lo mismo que con las calculadoras: todos tenemos una, pero seguimos memorizando las tablas de multiplicar”.
¿Qué es un “cheat”?
Es un código que te permite resolver acceder a otro nivel en un videojuego, conseguir poderes ilimitados o resolver cualquier otra dificultad que la trama del juego te plantee.
¿Y qué problema comporta?
Hace que no te esfuerces en resolver el enigma o en encontrar la solución con tu esfuerzo personal. Al final te acostumbras a buscar un atajo, un camino rápido y fácil para avanzar en el juego o en cualquier otra cosa. Si no lo puedes conseguir, siempre puedes encontrar la solución en Internet.
Pero si sabes ver la diferencia entre un juego y la vida real…
Si, claro, pero la fuerza de voluntad es como un músculo y si te acostumbras a no utilizarlo porque todo lo consigues con suma facilidad, no estará preparado cuando tengas que enfrentarte a algo que requiera un esfuerzo.
¿Por ejemplo?
Un proyecto de final de curso. Hay sitios web como “El rincón del vago” donde es posible que encuentres el trabajo ya hecho.
Pero eso no significa que todos lo hagamos…
No, claro, siempre encontrarás gente trabajadora. Además, los profesores tienen buscadores como turnitin.com que le permiten buscar textos parecidos en Internet. En 24 horas pueden saber si tu trabajo es original o no. Lo que puede preocupar más a los padres es que sus hijos aprendan unos valores en los que se admire al espabilado que puede conseguir cosas sin esfuerzo. Además, puedes perjudicar a otros.
¿Cómo puedes perjudicar a otros?
Por ejemplo, si copias un trabajo de un amigo que realmente se lo ha currado y el profesor se piensa que es él el que lo ha copiado.
Ya lo veo…
Imagínate que de mayor sigues con el hábito de copiar y de presentar como propio el trabajo de otro. Puedes perder un amigo o incluso infringir la ley y acabar con una demanda por infracción de la propiedad intelectual.
Bueno, ya salió el abogado. El problema de la piratería ¿no?
Es exactamente lo mismo que comentaba antes. Los niños se acostumbran a ver un clip musical por la tele y al cabo de un rato ya están buscando la canción en Internet. Yo recuerdo cómo ahorraba para comprar un LP, pero ahora los niños que se educan con estos hábitos no comprenderían que alguien les pidiese dinero para bajarse su canción preferida. Si estás acostumbrado al “todo gratis”, cualquier precio te parece caro.
Pero esto es compartir cultura y conocimiento…
Si, es evidente, pero estos conceptos son diferentes según la generación. Los ficheros más descargados por los jóvenes de hoy seguro que no coinciden con lo que sus padres entienden como cultura y conocimiento. Pero, en cualquier caso, es importante valorar sin con esa descarga estás ayudando o perjudicando al autor y a las personas que se ganan la vida con ese trabajo que tú consumes.
Entonces, ¿no hay nada bueno en todo esto?
Si. La comunicación entre las personas. Decían que Internet nos convertiría en unos solitarios y no paramos de hablar con el messenger y de querer conocer más gente. Tú misma sales de la escuela y sigues hablando con tus amigos con el messenger. La amistad es un valor muy apreciado por los jóvenes y la red ayuda a relacionarse. El papel de los padres es que no acabéis demasiado enganchados, porque es realmente fascinante. Pero, ¿qué te voy a contar que no sepas?.