Esta mañana he podido comprobar que el Internet Global Congress sigue pegando fuerte, y cada vez más. El poder de convocatoria y la magnífica organización de la Fundació Barcelona Digital, bajo la presidencia de Antoni Massanell y la dirección de Vicenç Gasulla, hace que cada año aumente la satisfacción de visitantes y congresistas. Mi ponencia ha versado sobre la responsabilidad de las empresas y los directivos por los delitos informáticos cometidos por sus trabajadores, a la luz de la Decisión Marco 2005/222/JAI del Consejo relativa a los ataques contra los sistemas de información.