El sábado pasado estuve en Galàctica, la Feria Internacional de Inventos y Nuevas Patentes que se celebra en Vilanova i La Geltrú. Esta era la edición número XIII. Me sorprendió la capacidad de convocatoria de la organización, ya que el número de invenciones representadas era notable. Me gustó mucho la posibilidad de que el público pudiese votar. Las invenciones iban numeradas y el visitante tenía una papeleta de voto que debía introducir en una urna al finalizar la visita. Pero el éxito más vistoso era el del producto más adquirido en la tienda del inventor y este fue sin duda el palo de fregona que incorporaba un tubo flexible para llenar el cubo de fregar sin esfuerzos. Casi todas las señoras se iban de la feria con uno o dos palos, lo cual, además, generaba un efecto mimético en las demás. También era fácil diferenciar las invenciones en las que el encaje entre ingenio y capital no se había producido. En algunas de ellas el motivo era evidente, pero en otras extrañaba que una buena idea tuviese tanta dificultad para encontrar un inversor y conseguir su comercialización.