El Comisionado de la Información del Reino Unido (ICO) ha propuesto que se abra un debate internacional sobre la Directiva europea de protección de datos.
Según este organismo, la norma actualmente vigente establece cargas burocráticas excesivas y no está adecuada a la actual situación de la privacidad en Internet.
Por otra parte, la carga regulatoria deja a las empresas en una clara desventaja competitiva frente a otros países. En especial, en relación a los flujos internacionales de datos.
La enorme cantidad de información que los propios usuarios generan sobre ellos mismos o que facilitan a los demás ha establecido un precedente insólito que obliga a reconsiderar muchos aspectos de las normas actuales sobre la intimidad.
La propuesta también sugiere que se exija a las empresas que sufran fugas de datos a informar sobre el alcance de estos incidentes de seguridad. Esta obligación ya existe en Estados Unidos.
La propuesta incluye por lo tanto una mayor exigencia y rigor sobre aspectos que en la actualidad tienen un tratamiento débil en la Directiva y una liberalización de los requisitos que han demostrado escasa utilidad en la protección de la privacidad y se han convertido más en un obstáculo que en una garantía real de protección.